miércoles, 5 de diciembre de 2007

DEL AMOR, DE LA RAZÓN Y LOS SENTIDOS

Eclipsa el deber al ser irremediablemente, y tras su sombra, aletargados yacen los sentidos, adormecida la razón y los sentimientos olvidados.

Pero el ser tantas veces subyugado, tiene instantes de felices rebeldías; momentos que para el filósofo y para el poeta, deben ser eternos, como para todo aquél que logre dejar sin rienda su genio creativo y reflexivo. Sano placer que no debe dejarse arrebatar el hombre; delectación de un paisaje, goce de un tono melodioso, placer de una caricia que exalta los sentidos, dicha de un corazón que del amor se embriaga, elación de un pensamiento que afirma la razón.

Esos estímulos cotidianamente relegados, que constituyen la maravillosa esencia de la vida, he querido recordar en las siguientes páginas, creación espontánea del afecto a la que dócil se entregó mi pluma.

Espero que mis momentos de reflexión los reciba el lector con gesto generoso.


LUIS MARÍA MURILLO S.