jueves, 19 de mayo de 2011

UNA CORTE SUPREMA QUE GENERA SUSPICACIAS

¿Me defrauda la Corte Suprema de Justicia de Colombia. Sonroja que enseñe con sus fallos que por la legalidad la verdad debe ser sacrificada.

El auto inhibitorio en el proceso contra un político probablemente relacionado con las Farc*, hace pensar que tocó a la más alta jerarquía de la justicia en el país el síndrome que venía manifestándose en niveles inferiores de la rama judicial: la idolatría por la forma y el desprecio de la verdad. Con ese proceder en caso de reconocidos delincuentes vamos perdiendo la confianza en nuestros jueces.

Repentinamente hemos descubierto que la legalidad está siendo la fuente de la impunidad. Los criminales viven en Colombia amparados por las decisiones judiciales.

Y con la decisión del caso Borja otros temores nos asaltan. ¿Será por cobardía que los magistrados de la Corte Suprema de Justicias encuentran argumentos para no encausar a los políticos aparentemente vinculados con las Farc? ¿Por qué la Corte contra la ‘parapolítica’** sí actúa? ¿Será que la justicia está parcializada? Porque extrañamente, con evidencia que ha sido cuestionada, y con delitos*** ni siquiera para la época tipificados como tales, se condenó a prestigiosos militares que no hicieron más que defender la democracia tras la toma del Palacio de Justicia.

¿Qué respeto se puede sentir, entonces, por quienes profieren los fallos judiciales? Que juzguen los lectores la confianza que se debe tener en quienes intencionalmente ignoran la verdad, elemento esencial de la absolución o la condena.

Cuando los jueces contradicen lo evidente, la justicia definitivamente está amañada.


Luis María Murillo Sarmiento M.D.

* Las menciones al ex congresista del Polo Democrático, Wilson Borja, en computadores del terrorista de las Farc ‘Raúl Reyes’ fueron desechados como prueba por la Corte Suprema de Justicia por haber sido recogida la evidencia por los militares del operativo, que no tenían funciones de Policía Judicial como la norma lo establece; y además por no haberse consultado a la autoridad ecuatoriana.
** Nombre que se terminó por designar el vínculo de políticos con miembros de las autodefensas o paramilitares, inquebrantables enemigos de las Farc.
*** El delito de Desaparición Forzada, que alude primordialmente a privación ilegal de la libertad, asesinato y desconocimiento de la suerte y paradero de la víctima.

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